Bárbara Rey: “En la era de la longevidad, ciencia, tecnología y digitalización son fundamentales.”

Bárbara Rey: “En la era de la longevidad, ciencia, tecnología y digitalización son fundamentales.”

Por primera vez en la historia, estamos presenciando un cambio transformador en la estructura de edad de la población mundial. En la actualidad, hay más personas mayores de 65 años que menores de 5 años, marcando un hito significativo en la demografía global.

Este cambio se debe a la disminución de las tasas de natalidad y al aumento de la longevidad, factores que contribuyen al incremento tanto en número como en proporción de personas de 65 y 80 años en todo el mundo. Según la ONU, en 2020, el 9.3% de la población mundial superaba los 65 años, y se estima que esta cifra alcanzará el 22.6% en el año 2100. Es importante señalar que este fenómeno no se limita a los países de renta alta; aproximadamente una cuarta parte de los 728 millones de personas mayores de 65 años reside en naciones de renta baja y media.

No obstante, más allá de este cambio en la estructura de edad de las poblaciones, se está produciendo otro fenómeno relevante: la transición demográfica se ha convertido en una transición de la longevidad. Este cambio implica que el aumento en la esperanza de vida se observa cada vez más en los últimos años.

Como consecuencia, esta transición de la longevidad plantea nuevos desafíos tanto para los individuos como para la sociedad en su conjunto. El aumento de la esperanza de vida debe ir de la mano de mejoras en la esperanza de vida saludable, así como de carreras más largas y productivas. Adaptarse a esta nueva realidad demográfica requiere estrategias que promuevan la salud y el bienestar a lo largo de toda la vida, así como políticas que respalden la participación activa y productiva de las personas mayores en la sociedad.

Para obtener una comprensión más profunda de este tema, en SilverTalks tuvimos la oportunidad de dialogar con la experta Bárbara Rey Actis, consultora en temas de longevidad, especializada en gestión de proyectos, contenido, formación y generación de negocios.

“Mi misión es inspirar a individuos y empresas a cambiar su mentalidad. Los individuos deben adoptar la positividad, la proactividad y un enfoque preventivo hacia la longevidad, mientras que las empresas deben atender a los consumidores y talentos senior creando productos y servicios que realmente satisfagan sus necesidades y deseos”, afirma.

A lo largo de la entrevista, Bárbara nos comparte su punto de vista sobre qué es la longevidad, de cómo las conexiones sociales y las relaciones afectivas desempeñan un papel determinante en esta etapa de la vida, así como la economía de la longevidad.

A continuación, te presentamos parte de la conversación:

¿Cómo definirías el concepto de longevidad y qué significa para ti?

A mí me fascina explorar el concepto de longevidad, entendido como la extensión de la vida, más allá de la mera vejez. En este contexto, no se trata simplemente de una etapa específica, sino de la posibilidad de disfrutar de vidas más extensas. Actualmente, se ha popularizado el término "nueva longevidad", una perspectiva que abrazo con entusiasmo.

La idea de vivir más años no es un fenómeno aislado, sino que está intrínsecamente vinculada a diversos aspectos que ocurren a nuestro alrededor. A pesar de que estamos experimentando un aumento en la longevidad a nivel global, también enfrentamos la realidad de una disminución en las tasas de natalidad. Este declive demográfico nos conduce a sociedades envejecidas, lo que presenta desafíos, pero al mismo tiempo, abre un abanico de oportunidades.

En el contexto de la nueva longevidad, la ciencia, la tecnología y la digitalización desempeñan un papel crucial. La vida en un entorno más digital y tecnológico redefine nuestra experiencia de envejecimiento. Estaremos más conectados, tendremos la capacidad de realizar actividades que antes eran impensables y disfrutaremos de una mejor salud. En resumen, la nueva longevidad nos invita a vivir en un entorno donde la población joven es escasa, pero las opciones de vida son abundantes, y el futuro se presenta lleno de posibilidades para todos.

¿La conexión social y las relaciones afectivas desempeñan un papel en la longevidad? ¿Por qué es importante mantener conexiones significativas a lo largo de la vida?

Permíteme compartir mi punto de vista sobre la longevidad, plasmado detalladamente en mi libro “Una Longevidad con Sentido”, en el cual detallo que la longevidad implica adoptar un enfoque holístico, ya que hablar de vidas más largas no se trata de fragmentos aislados, sino de comprender la totalidad de las influencias que nos rodean.

En mi obra, presento una perspectiva integral que comienza por la salud, considerándola como el punto de partida crucial. Destacó la importancia del autocuidado y la prevención para evitar enfermedades crónicas, donde los avances en tecnología, medicina y ciencia desempeñan un papel fundamental. Reconozco que, aunque la medicina puede mantenernos vivos, la verdadera clave reside en la calidad de vida que podamos disfrutar.

Otra dimensión esencial para la longevidad está vinculada a las finanzas y el patrimonio. La necesidad de más años de vida conlleva la necesidad de recursos financieros, y destaco la importancia de abordar cómo generar ingresos. Además, considero la dinámica en evolución del mercado laboral, subrayando la importancia de adaptarnos y seguir invirtiendo en nuestro capital humano mediante el aprendizaje continuo, emprendimiento y adaptación a cambios profesionales.

Consciente de que la vida plena va más allá de la salud y la prosperidad financiera, reservo una última sección sobre relaciones. Enfatizo que, aunque vivir más tiempo con salud y recursos es esencial, carece de significado si no compartimos esos momentos con seres queridos. Las relaciones sociales activas y saludables, como he comprobado, no solo contribuyen a la felicidad, sino que también mejoran la salud y, por ende, prolongan la vida. En resumen, mi enfoque integral abarca salud, finanzas, aprendizaje continuo y relaciones, reconociendo que todas estas facetas se entrelazan en la búsqueda de una longevidad plena y significativa.

¿Cómo definirías el concepto de “economía de la longevidad” y cuáles crees que son sus principales implicaciones económicas?

Soy una apasionada de la economía de la longevidad, tema que se discutió recientemente en el World Economic Forum de Davos como una macrotendencia. Esta perspectiva se centra en la salud y la seguridad financiera a lo largo de toda la vida, considerando el riesgo de longevidad en lugar del riesgo de mortalidad predominante en productos financieros y seguros. Este cambio impulsa diversas oportunidades, como la educación continua para personas de 50, 60, 70 u 80 años, la flexibilización de la vida laboral, el emprendimiento, inversiones, ocio adaptado a la edad, y la transformación necesaria en la atención médica para abordar la longevidad desde una perspectiva preventiva y personalizada, especialmente en el caso de mujeres mayores cuyas necesidades de salud han sido subestimadas.

Aunque la realidad de las personas mayores es evidente, nuestra mentalidad aún está influenciada por la antigua narrativa de la vejez. La clave para que las empresas comprendan este nuevo paradigma es empezar a interactuar y hablar directamente con las personas mayores. Actualmente, muchas empresas no se acercan ni consideran a este grupo demográfico en el diseño, investigación de mercado, pruebas de productos y mensajes de comunicación. Simplemente integrar a personas de más de 50, 60 o 70 años en estas conversaciones puede cambiar la percepción y abrir nuevas oportunidades, desafiando las ideas preconcebidas. Por ejemplo, la creencia de que los mayores de 65 no usan Instagram es un mito, ya que muchos lo utilizan activamente.

¿Cómo puede la colaboración global contribuir a enfrentar los aspectos económicos relacionados con el envejecimiento de la población?

Ojalá tuviera una respuesta breve y sencilla para abordar el desafío de la longevidad, pero es un tema complejo. Considero que el primer paso es reconocer la longevidad como un desafío significativo, similar a otras macrotendencias como la sostenibilidad, la diversidad y la igualdad. A menudo, se pasa por alto este aspecto, que yo llamo "el elefante en la sala". La sociedad está envejeciendo, y es crucial concienciar a las personas sobre este cambio para generar un cambio de mentalidad.

Como docente, he observado la falta de conciencia entre jóvenes estudiantes sobre la longevidad. Una anécdota reveladora fue cuando pregunté a mis alumnos cuánto creían que vivirían, y la mayoría mencionó alrededor de 80 años. Al explicarles que es probable que vivan más de 100 años, su reacción fue de sorpresa y curiosidad, solicitándome incluso clases adicionales para comprender mejor este fenómeno.

Por lo tanto, la clave es crear conciencia y cambiar la mentalidad, para desafiar la narrativa tradicional sobre la vejez. Al hacerlo, la longevidad se integrará de manera natural, similar a cómo se han adoptado otras macrotendencias en la sociedad.

Cuéntanos sobre el Senior as a Service

La idea del "Senior as a Service" surgió cuando, tras investigar si alguien más había utilizado el término, me di cuenta de que no. Esta noción se originó durante una clase que imparto a estudiantes universitarios sobre diversos modelos de negocio, incluyendo el software como opción de emprendimiento. Al finalizar la clase, reflexioné sobre la posibilidad de que los profesionales seniors ofrezcan sus talentos, conocimientos y experiencia como un servicio independiente. La motivación detrás de esta idea es proporcionar fuentes innovadoras de financiación para aquellos que, al llegar a cierta edad, pueden sentirse excluidos del mercado laboral tradicional.

Observo que, tanto en España como posiblemente en toda Latinoamérica, las empresas pueden perder interés en empleados senior a partir de los 40 años. Esto lleva a que muchos profesionales senior, al ser despedidos entre los 40 y 50 años, busquen reincorporarse al mercado laboral en roles de empleo fijo, lo cual puede ser desafiante y frustrante debido a la resistencia de las empresas a contratar personas mayores. Mi propuesta es que los profesionales seniors ofrezcan sus servicios como consultores, freelancers o en otras modalidades, brindándoles la oportunidad de reinventarse y reintegrarse en el ámbito laboral sin depender de un contrato fijo.

Además, planteo la idea de fomentar el emprendimiento desde la infancia mediante el concepto de "Señor Tu", donde los niños pueden desarrollar productos y servicios para otros. Esta perspectiva ofrece un enfoque tangible y concreto para el desarrollo y la realización personal. En resumen, veo un amplio potencial en la implementación de estas ideas para abordar los desafíos laborales y fomentar la creatividad desde una edad temprana.

¿Hay algún mensaje o reflexión final que quieras compartir sobre el tema de la longevidad y sus beneficios?

Antes de comenzar, quiero mencionar que, aunque no sé si podrán verme, el próximo lunes cumpliré 50 años. Cuando se habla de personas mayores de 50, me miro al espejo y quiero invitar tanto a los jóvenes como a los mayores a hacer lo mismo. Observemos si los preconceptos que tenemos sobre envejecer, cómo se debe ser a los 40 o a los 50, se reflejan en la realidad. La vida nos está mostrando un camino diferente, y es importante que todos hagamos un ejercicio de autoconocimiento y reflexión. Seamos conscientes de que tenemos por delante una vida extensa, llena de salud, posibilidades y aprendizaje continuo. Esto es solo el comienzo, así que sigamos estudiando y aportando el valor que llevamos dentro.