Emprendedores de más de 50 años: historias de éxito en la economía plateada

Emprendedores de más de 50 años: historias de éxito en la economía plateada

La economía plateada es un ecosistema de creación de productos y servicios para personas de la tercera edad. El objetivo de este ecosistema es integrar en la sociedad a las personas mayores de una manera activa.

En muchas ocasiones, al hablar de emprendimiento, nos enfocamos más en los emprendedores jóvenes. Sin embargo, según el Informe Especial GEM, el número de adultos mayores que trabaja por cuenta propia, supera al de los jóvenes.

Te presentamos tres emprendedores senior que han logrado un impacto en su comunidad a través de la economía plateada.

José Manuel de Ben

Hombre sonriendo con un traje de color azul

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José Manuel es un ingeniero retirado de 72 años. Después de jubilarse, decidió aprovechar su experiencia en el área de la tecnología y emprender. Fundó el proyecto 3D Impact, el cual se basó en el reciclaje de residuos de las impresoras 3D. Además, este emprendimiento tenía un impacto positivo en la sociedad, ya que brindaba empleos a personas en riesgo de exclusión.

Sin embargo, con la llegada de la pandemia del Covid - 19, el proyecto 3D Impact tuvo que enfrentarse a muchas adversidades. Situaciones como la logística o el riesgo de que los empleados contrajeran Covid, hicieron que José Manuel tomara la decisión de cerrar el proyecto.

El confinamiento impulsó a José Manuel a desarrollar otro emprendimiento junto con su hijo. CoolCooking es un servicio en línea que facilita la elaboración de un menú semanal saludable.

"Nuestra idea es facilitar que la gente coma bien, comida de toda la vida, nada de precocinados ni de recetas gourmet, pero aprovechando la tecnología online y de servicio a domicilio que se ha desarrollado más aún durante la pandemia entre todas las edades", expresó José Manuel de Ben.

Ataulfo Casado

Imagen que contiene persona, hombre, comida, frente

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Ataulfo destacó en el ámbito del arte desde que era muy joven. Cuando tenía 14 años, el diario ABC lo nombró el copista más joven del Museo del Prado. Desde temprana edad, Ataulfo destacaba por su talento para hacer réplicas de cuadros de Goya, Rubens o Breughel. Posteriormente, una firma que tenía la Medalla de Bellas Artes lo avaló para que continuara dedicando su vida al arte.

Sin embargo, su carrera artística se vio interrumpida a la edad de 40 años. A Ataulfo le diagnosticaron retinosis pigmentarios que progresivamente lo dejó ciego. Casi una década después, Ataulfo decidió regresar al mundo del arte. Él comenzó pintando los recuerdos que tenía. Con la llegada de la pandemia, a sus 73 años, Ataulfo se vio motivado a abrir su propia galería virtual.

“Yo quería dar mucho amor a este mundo que parece que está plagado de odio. Soy cristiano y creo que el Covid ha llegado como una advertencia de que tenemos que cambiar y apreciar ese azul del cielo que es una preciosidad. Tenemos un mundo bellísimo, vayas donde vayas, y yo he querido contribuir a él con mis proyectos. No sé si he tenido más éxito antes o después de quedarme ciego, pero sí sé que lo que hago ahora me gusta”, comentó Ataulfo Casado.

Gisela Elher

Gisela es tecnóloga médica e inmunóloga. Durante 13 años trabajó como docente en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Cuando cumplió 60 años, el lugar que trabajaba decidió desvincularla.

La pensión que recibía era muy baja y en su vida surgieron necesidades económicas. Después de que su hija fue diagnosticada con Celiaquía, Gisela se dio cuenta de la escasez de productos para personas con esta enfermedad.

Así surge Celicias, una empresa de panes sin gluten. Gisela pasó un año perfeccionando su receta. También invirtió sus ahorros en indumentaria nueva y harina de Australia. Actualmente, Celicias tiene una producción de 500 panes al día, que distribuye a 100 locales en todo Chile.

Gisela tiene su emprendimiento no solo por necesidad, sino también para desarrollo personal. El deseo de Gisela es mantenerse activa al mismo tiempo que puede generar algo con sentido para la sociedad.

“No se cree en el adulto mayor. Se piensa que somos personas que ya no estamos capacitadas para crear ideas diferentes, que nos hemos atrofiado. Uno a los 60 años no se siente diferente que a los 40 o los 45. Obviamente tienes más arrugas, pero todo lo que es la mente y los sueños, siguen exactamente igual que hace 15 o 20 años atrás”, comenta Gisela Elher.

Conclusiones

La economía plateada es multidisciplinaria. Esta permite no solo beneficiar a los adultos mayores a través de la creación de productos y servicios, sino que beneficia a toda la comunidad. Las personas mayores también están llenas de ideas y sueños, por lo que es importante darle la importancia a estos emprendimientos que traen beneficios en muchos aspectos.